La Bajada de la Virgen de los Reyes en El Hierro está siendo también una magnífica oportunidad para abrir caminos de misión en sintonía con nuestro Plan Diocesano de Pastoral "En salida misionera". En este sentido, invitados por el equipo pastoral de El Hierro en coordinación con los servicios diocesanos, durante las últimas semanas, los misioneros claretianos Agustín Texeira Quiros y Antonio María Ávila Gómez han venido desarrollando diversas acciones en la isla del Meridiano en pro de la evangelización.
Agustín Texeira es natural de Don Benito, Badajoz, y aunque estuvo destinado en nuestra diócesis nueve años, nunca tuvo la oportunidad de vivir una Badada hasta ahora. "Mi experiencia personal es muy buena, me ha encantado conocer las tradiciones de la isla. Me quedo con la experiencia de visitar a los enfermos, de estar en las casas de los vecinos. Sin duda, ha sido una experiencia de Misión". Texeira añade que ha sido testigo del esfuerzo que hay detrás de la Bajada para no repetir los esquemas de siempre. "Hay mucha gente involucrada para motivar, para preparar con cariño los encuentros, las celebraciones y eso seguro que la Virgen lo agradece".
Por su parte, Antonio María Ávila es natural de Sevilla. Según recordó, cuando le propusieron venir a la Bajada recibió la noticia con mucho desconocimiento. "No me esperaba tener en julio un encargo así, pero ha sido un verdadero regalo", señaló. Una de las cosas que más le han sorprendido a este sevillano ha sido la devoción. "Los herreños tienen un auténtico cariño a la Virgen, un deseo verdadero de acompañarla y de cuidarla. Y aunque en muchos aspectos esta Bajada supone un esfuerzo, esfuerzo por llevar a la Virgen de un pueblo a otro, esfuerzo por estar bailando durante horas, etc., los herreños asumen este hecho con orgullo porque todo se ofrece por la Madre Amada".
Por su parte, Antonio María Ávila es natural de Sevilla. Según recordó, cuando le propusieron venir a la Bajada recibió la noticia con mucho desconocimiento. "No me esperaba tener en julio un encargo así, pero ha sido un verdadero regalo", señaló. Una de las cosas que más le han sorprendido a este sevillano ha sido la devoción. "Los herreños tienen un auténtico cariño a la Virgen, un deseo verdadero de acompañarla y de cuidarla. Y aunque en muchos aspectos esta Bajada supone un esfuerzo, esfuerzo por llevar a la Virgen de un pueblo a otro, esfuerzo por estar bailando durante horas, etc., los herreños asumen este hecho con orgullo porque todo se ofrece por la Madre Amada".
Ávila añadió que la Bajada propicia una oportunidad inmejorable para acercarse a la gente."El hecho de que la Virgen salga y que la gente se encuentre con ella, te da una gran posibilidad de contacto, de cercanía. Estamos teniendo asambleas por las casas en diferentes barrios, grupos de vecinos que se reunen para hablar de la Virgen, para hablar de su experiencia de Dios. Hemos tenido varias oraciones con el grupo de bailarines, oraciones con la Virgen donde quien ha querido se ha podido sumar, etc."
Por último, Ávila indicó que durante estos días en la isla del Meridiano ha sacado una gran enseñanza. "Un señor con el que tuve el gusto de charlar me hizo una distinción entre los dolores de pie, el cansancio y la motivación. El dolor es el que es y nadie te lo va a quitar. Ahora, si tú estás motivado, ese dolor no importa. El problema es que el cansancio sea más fuerte y te anule las ganas. En nuestras vidas también pasa esto. Tenemos sufrimientos, pero el problema no es el dolor, sino que ese dolor se afronta desde el cansancio y no desde la motivación. Yo aquí en El Hierro he sido testigo de que la Virgen motiva. Y eso es más importante que todo lo demás".
No hay comentarios:
Publicar un comentario