En este año en que en nuestra Diócesis estamos trabajando el camino del discipulado, viene bien que al ritmo del año litúrgico, vayamos formando nuestro corazón de discípulo. Y lo haremos con aquellas tres palabras que ya San Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales nos ofrecía: Conocer, amar y seguir. Cada una de ellas, por este orden, irán iluminando los distintos tiempos fuertes de este año y pondrán el acento para ayudarnos a formar nuestro corazón de discípulos.
En este tiempo litúrgico, la delegación respectiva, nos invita a poner el foco de atención en "conocer". Los otros aspectos se irán señalando en los sucesivos momentos del Año Litúrgico.
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